SUBIDA AL MONTE SINAÍ: CÓMO HACER LA EXCURSIÓN AL MONTE DE MOISÉS EN EL TECHO DE EGIPTO

“El camino hacia la cima es, como el viaje a uno mismo, una ruta en solitario”

(Alessandro Gogna)

Todavía existen lugares increíbles y enigmáticos en el mundo, que custodian la historia y la cultura antigua entre muros y fortalezas de piedra, barridos por los vientos del desierto y defendidos por linajes religiosos que lucharon por la tierra y la estirpe.

Muros y montañas en los que el tiempo parece querer detenerse y no prosperar nunca…

El Monte Sinaí en Egipto es uno de esos rincones mágicos del mundo, anclado en los confines del tiempo y de la historia.

No en vano, es uno de los lugares más espirituales del planeta; y el Monasterio de Santa Catalina, asentado a sus pies y todavía en funcionamiento, es el más antiguo habitado de la Cristiandad.

En el extremo meridional del desierto del Sinaí en Egipto, se encuentra un lugar sagrado para las principales religiones monoteístas del mundo: El Cristianismo, el Judaísmo y el Islamismo.

El Monte Sinaí o Monte de Moisés, lugar en el que, según la historia de dichas religiones monoteístas, Dios entregó a Moisés las Tablas de la Ley: Subimos a este lugar bíblico durante nuestra ruta por Egipto y ahora queremos contarte la experiencia, cómo hacer la excursión y qué debes tener en cuenta para hacerla.

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DATOS A TENER EN CUENTA ANTES DE SUBIR AL MONTE SINAÍ (LA MONTAÑA DE MOISÉS)

Yébel Musa o el Monte de Moisés en el Sinaí es considerado por la tradición como el lugar sagrado en el que Moisés se comunicó con Dios y recibió los 10 Mandamientos.

Cuando organizábamos nuestro viaje a Egipto y aún sin ser religiosos, tuvimos claro que queríamos hacer la subida al Monte Sinaí: Un lugar espiritual y una visita que finalmente, resultó inolvidable y totalmente épica.

• Es una excursión bastante exigente, se requiere cierta forma física y existen varias rutas para realizarla.
• Puedes subir al Monte Sinaí para ver el amanecer o el atardecer, nosotros elegimos la última opción y la experiencia fue mística.
• Si optas por hacer la excursión para subir a ver el amanecer en el Monte Sinaí saldrás de noche, abrígate bien y lleva ropa de abrigo para combatir el frío. Lleva también un termo con bebida caliente, café o te: Las temperaturas por la noche son muy frías en el desierto del Sinaí.
• Si optas por subir al Monte Sinaí para ver el atardecer, ocurrirá lo contrario, subirás con temperaturas de calor extremas y debes llevar abundante agua para hidratarte y combatir el intenso calor al medio día del desierto. También tendrás que considerar pasar al menos una noche en el pueblo de Santa Catalina.
• Las localidades turísticas más cercanas de donde parten las excursiones para subir al Monte de Moisés en el Sinaí son Dahab y Sharm el Seikh, en el Mar Rojo, a poco más de 2 horas de Santa Catalina, la localidad asentada a las faldas del Monte Sinaí, desde donde salen las rutas de ascenso.

• Nosotros haríamos la excursión por libre contratando un taxi desde Dahab (el pueblo costero en el Mar Rojo en el que nos alojamos unos días) hasta Santa Catalina del Sinaí, pero existen agencias como Civitatis, que realizan las excursiones al Monte Sinaí en un día con guías beduinos que chapurrean español desde Sharm el Sheikh (a una hora en taxi de Dahab) y combinan la subida al Monte Sinaí al amanecer con la visita guiada al Monasterio de Santa Catalina, y para mayor comodidad, incluyen ya los traslados desde tu hotel y el ticket de entrada al monasterio, en el precio de la excursión.
• Te dejamos la información por si te interesa esta opción. Haz clic aquí o en el anuncio: Excursión al Monte Sinaí y Monasterio de Santa Catalina en español.

 

SUBIDA AL MONTE SINAÍ: TODAS LAS OPCIONES PARA REALIZAR LA EXCURSIÓN

¿DÓNDE SE ENCUENTRA EL MONTE SINAÍ?

El monte Sinaí o Monte Horeb es una montaña situada al sur de la península del Sinaí, al nordeste de Egipto, popular por sus referencias bíblicas.

Existen tres formas de ascender a “la Montaña de Moisés” de 2285 metros, conocida localmente por los beduinos como Yébel Musa. Las 3 opciones son las siguientes:

1. SUBIDA AL MONTE SINAÍ POR EL SENDERO CAMEL´S PATH

• Es la ruta más corta y más turística: Es la opción más recomendable para personas mayores, o de escasa forma física, que quieran cumplir el sueño de subir al Monte Sinaí.
• Son unas 2-3 horas de subida (y otras tantas de bajada) con puestos de bebida y snacks en el recorrido. También te ofrecerán hacerlo en camello, aunque nosotros no lo recomendamos porque los pobres animales acaban extenuados.

2. SUBIDA AL MONTE SINAÍ POR LA ESCALERA DE LA PENITENCIA

Es el camino más empinado y el más directo, pero también el más peligroso:

• La subida se realiza a través de una escalinata de 3750 escalones (unos 6 km.) conocida con el simbólico nombre de: La Escalera de la Penitencia (Siket Syidna Musa), que fue esculpida por los mismísimos monjes del Monasterio de Santa Catalina (2,5-3 horas a pie), pero con peligrosas pendientes al lado de los escalones, sin barreras de seguridad.
• En nuestro caso lo descartamos al viajar con un niño.

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3. SUBIDA AL MONTE SINAÍ POR LA RUTA BEDUINA (TREKKING POR EL SINAÍ)

Dado que nuestro grupo familiar estaba formado por un niño de 10 años, fue la que nos recomendaron. Es una ascensión larga y con tramos de bastante dificultad, pero escénica y de gran belleza.

• Guiados por los consejos de los beduinos, fue el camino de ascenso que escogimos para subir al Monte de Moisés.
• Esta ruta se convertiría en algo inolvidable y todo un desafío para nosotros, pero fue espectacular para poder apreciar la belleza del Monte Sinaí en toda su grandeza.

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Es una pena que la mayoría de los turistas se pierdan los grandes secretos del Monte Sinaí: A tan sólo unos metros de las sendas turísticas, que sólo ascienden por un mismo punto en el que la vistas apenas cambian, el ascenso al Sinaí por la Ruta Beduina sorprende con miradores de vértigo con vistas increíbles, distintos ecosistemas con ermitas escondidas, pequeñas capillas de la época bizantina, e incluso pozas naturales de agua y árboles frutales en pleno desierto.

• En el trekking de subida al Monte Sinaí se suben 2 montañas hasta llegar a la tercera: la Montaña Sagrada de Moisés.
• La ruta se inicia en Wadi Arbair, junto al pueblo de Santa Catalina y su Monasterio: Se atraviesan unos 15 km hasta llegar a la cima, conocida como: “El techo de Egipto”.

Durante el ascenso al Monte Sinaí hay varios puntos culminantes como:

• El Monasterio de los 40 Mártires (Deir el Arbain)
• La Montaña Jebel Safsafa, la cual se asciende y desde la que se tienen unas vistas increíbles del pico de Catalina (Mt Katharina) donde se encuentra en la cima una capilla del mismo nombre y que es en realidad el pico más alto del Sinaí con unos 2629m.

• Después se llega a la ruta de Farsh Eliya, donde el sendero pedregoso se une al resto de grupos turísticos en su tramo final de unos 200 metros y 750 empinados escalones, que nos llevará hasta la cima sagrada del Sinaí.

• No es imprescindible coronar el llamado “Techo de Egipto” para sentir la fuerza de Yébel Musa, o el  Monte de Moisés: Un rincón para sentir la energía de la madre tierra en este lugar olvidado del mundo. O como leí en algún lugar: “Una alegoría espiritual de la ascensión del hombre a lo divino”. 

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ASCENSIÓN AL MONTE SINAÍ EN EGIPTO: NUESTRA EXPERIENCIA PERSONAL

Así empezamos a subir la senda polvorienta de ascenso al Monte Sagrado de Moisés con el ritmo rápido que seguía nuestro guía beduino, de nombre Mohamed (aunque cariñosamente le llamábamos Matusalén) porque, a pesar de que bien podría haber tenido 1000 años, su energía y vitalidad eran envidiables. 🙂

No tenemos suficientes palabras de agradecimiento para él por su paciencia, humildad y sabiduría con nosotros, durante el día que pasamos juntos.

• La ruta de ascenso al Sinaí nos llevaría casi 5 horas, contando paradas para el descanso (y unas 2 horas y media de descenso), con una pendiente en ascensión en algunos tramos de hasta un 75%: Sí, era el camino más duro y desafiante, pero también el más espectacular.
• Es una ruta magnífica, plagada de paisajes maravillosos en los que el Monte Sinaí nos fue sorprendiendo a cada paso: empinadas cuestas y descensos de espanto, parajes verdes y árboles frutales en pleno desierto, rocas milenarias, vistas que cortaban el aliento y manantiales de agua que fueron apagando nuestra sed y el calor sofocante del desierto.

La primera subida fue extenuante: Comenzamos el trekking a la una del medio día, y a casi 40 grados. El calor pegaba con fuerza y no era la mejor hora para el ascenso, pero no nos quedaba más remedio que hacerlo así para llegar al atardecer a la cima sagrada.

Hubo un momento en el que sentí que a lo mejor tendría que abandonar el ascenso: el calor estaba haciendo mella en mi cuerpo y mis energías empezaban a flaquear.

El intenso calor parecía afectarme sólo a mí (mi marido y mi hijo parecían encontrarse perfectamente). Entonces, en aquel momento, sentí que la única forma de afrontar las exigencias de aquella montaña era con mis recursos mentales.

Tras un descanso de varios minutos y algún que otro litro de agua, que literalmente me eché sobre la cabeza y mis ropas, intuí que había recuperado la forma y que podía continuar.

Fue entonces cuando empecé a sentir la energía de la montaña y de sus paisajes, que empezaron a hipnotizarme con su belleza, hasta que apenas sentía ya el cansancio…

Las panorámicas desde la cima de la Montaña del Sinaí son sublimes: Jamás había observado un atardecer tan increíble. Sentí, en cada momento, que la energía del Monte Sinaí despertaba en mí todo tipo de emociones.

Lo mejor de todo es que en la cima de la montaña apenas éramos poco más de media docena de personas disfrutando del grandioso espectáculo, la mitad de ellos beduinos, rezando y meditando, haciendo de la atmósfera que nos rodeaba, algo muy espiritual.

Me parecía increíble que un momento tan sencillo como un atardecer pudiera unir a gente de cultura y orígenes tan dispares…

De lo que no hay duda, es que cuando el sol se esconde detrás de esas montañas, se siente una calma y una energía cálida y especial, que lo envuelve todo.

Quizás sea el premio reconfortante al duro ascenso, el sentir que, a pesar de todo, ha merecido llegar hasta allí; Quizás fuera por la belleza de las imágenes: los matices de colores rojos y anaranjados que, unidos a la belleza del entorno, hacen de la acuarela de colores, un espectáculo sublime.

De lo que estamos seguros, es que el atardecer en el Sinaí ha sido el atardecer más bonito de todos nuestros viajes, hasta el momento…

Tras la puesta de sol y vuelta a la realidad, la luz estaba desapareciendo y tocaba recorrer el camino de regreso, sin apenas luz, hasta el campamento beduino en el que nos alojaríamos, que nos llevó por el sendero turístico de bajada, otras dos horas y media agotadoras.

Llegamos exhaustos al Campamento Beduino de Santa Catalina. Nos despedimos del encantador y paciente Mohamed con una generosa propina y nos acostamos, no sin antes observar el manto estrellado del Desierto Sinaí sobre nuestras cabezas que nos acompañaría, junto con las intensas emociones del día, hacia un reconfortante camino, al mejor de los sueños.

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CONSEJOS PARA REALIZAR EL TREKKING DE SUBIDA AL MONTE SINAÍ

• Aconsejamos ir provistos crema solar, gorra y abundante agua. No obstante, durante el ascenso al Monte de Moisés hay pozos de agua de manantial con los que abastecerse. No olvides algo de abrigo para cuando llegues a la cima del Monte de Moisés, las temperaturas son muy frescas.
• Calzado cerrado y con suela adherente. Especialmente para en las polvorientas escaleras de bajada: el terreno es muy resbaladizo, con piedras sueltas y socavones.
• Llevar varias linternas potentes: Íbamos con baterías de luz, pero no fue suficiente. No hay ningún tipo de iluminación en el camino de bajada, una vez que se esconde el sol.
• Subir al monte de Moisés con niños: Lo recomendamos sólo para niños mayores y que estén acostumbrados al ejercicio físico. Nuestro hijo lo hizo con 10 años y sorprendentemente, fue el que más resistencia tuvo de los tres.

DÓNDE DORMIR EN SANTA CATALINA DE SINAÍ

Santa Catalina es un sencillo pueblo beduino asentado a los pies del Monte de Moisés, con alojamientos muy básicos para pernoctar, pero con las suficientes comodidades para pasar una o dos noches y hacer la excursión al Monte Sinaí.

El ascenso al Monte Sinaí fue la mejor experiencia espiritual de nuestro viaje a Egipto y el punto culminante de nuestro viaje: Ya sea por libre o en una excursión organizada a través de agencia, no podemos dejar de recomendártela para que tu viaje a Egipto se convierta en algo excepcional.

Felices viajes.

 

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